viernes, 1 de septiembre de 2017

Charlas de banca de parque

Una buena tarde de esas que solo pueden ocurrir en una gran ciudad un joven, camina en el parque cuando paro a descansar y esta es la platica que surgio con aquel hombre del cual nunca supo su nombre.

- Hola, buenas tardes...

- ¿Conoces el secreto de la felicidad? - dijo sin ningún tipo de saludo previo y sin verlo a la cara.

- No, ¿Cuál es? - un poco desconcertado y con un pequeño titubeo en su voz respondió.

- Saber perdonar con el corazón, caerse y levantarse, ver quien esta contigo cuando te caes y sobre todo quien te da la mano cuando te encuentras ahí en el suelo. - Hablaba sin mirarlo a la cara, como si estuviese contemplando el universo.

- Ja... pero eso que dices son cosas muy obvias, ¿no?.. - En un tono de burla el joven respondió. 

- En realidad lo son, pero dime... ¿Tú lo haces? Que sean obvias, no significa que lo realicemos..... como decirlo, a veces primero debemos quitarnos toda esa mierda de la que nos rodeamos, gente con la que no debimos pasar tiempo y aun así lo hacíamos. En resumen saber quien eres y quien quieres ser... - Mientras sacaba un cigarro de entre sus ropas y lo prendía como si se tratara de un pequeño tesoro.

- ¿Como saber cuando debemos quitarnos todo eso? - Con interés pregunto aquel joven.

- Cuando te des cuenta que tus principios, criterio y valores son tu verdadera esencia, sabrás quien realmente eres y quien quieres ser, quien aporta algo a tu vida y quien solo te lleva al fondo de tu propio abismo. - decía mientras fumaba aquel cigarro que parecía que fuese algo único en el mundo.

- Y... ¿Usted lo ha logrado? - El joven se veía muy interesado en lo que respondería aquel señor.

- No, aun no lo he logrado, es por eso vine aquí a pensar que es lo que me falta...- Diciendo eso, se levanto de la banca y solo hizo un gesto para despedirse sin decir nada mas.

El joven sin embargo, quedo extrañado por lo que había ocurrido, pero tal vez nunca olvidara la pequeña platica que sostuvo con aquel extraño.

Pequeñas historias que solo pueden pasar en una gran ciudad.



Vivir despacio es morir deprisa...
CESAR YAHIR CASILLAS RAMIREZ 

miércoles, 2 de agosto de 2017

Retomando cosas inconclusas

Así es como cada cierto tiempo en vida, retorno cosas inconclusas (pensando esta vez llegar hasta el final), pero en esos momento es cuando uno se da cuenta que entre mas cosas uno quiere hacer menos cosas hace.
Siempre nos ha dicho que nos fijemos metas, que el cielo es el limite, lo que no nos dicen es que para llegar a eso habrá veces que queramos dejarlo(mas veces de lo que realmente uno se podria imaginar), que tenemos que estar bajo la lluvia, bajo la gran tormenta que es la vida, pero, eso es de lo que quería hablarles hoy.
Al final, casi siempre desistimos, pero y si tal vez nos fijáramos una meta pequeña diaria, para asi poder llegar a hacer algo grande, fijarnos pequeñas metas diarias para poder obtener algo muy grande, algo que no nos imaginaríamos conseguir, ya saben lo que dicen "Roma no se hizo en un día".
Cuántas veces hacemos algo solo por compromiso y nos enfocamos en esas cosas que no dejan algo que realmente nos llena, algo que nos apasiona, es por eso que hoy les digo que vivan esperando su muerte hoy, para que no se arrepientan.
Aveces la vida pasa tan rápido, que no nos damos cuenta que la desperdiciamos pensando en el que dirás...
CESAR YAHIR CASILLAS RAMIREZ